Desde Roma, el presidente Javier Milei salió al cruce de las versiones que lo acusaban de haber llegado tarde a la despedida del papa Francisco. En una entrevista radial, el mandatario calificó de “cerdos” a los periodistas Diego Brancatelli y Paulino Rodríguez, entre otros, a quienes acusó de “mentir descaradamente” sobre su arribo. Milei aseguró que su presencia había sido solicitada por el Vaticano específicamente para la ceremonia oficial del sábado por la mañana.
Molesto por las críticas, el presidente explicó que su delegación —integrada por funcionarios como Karina Milei y Guillermo Francos— arribó a Roma siguiendo las instrucciones de la Santa Sede y que no hubo cambios de último momento en su agenda. Sin embargo, tras aterrizar, se dirigieron directamente al hotel y no a la Basílica de San Pedro, un hecho que alimentó los cuestionamientos de algunos medios argentinos, en medio de un clima de fuerte sensibilidad por la figura del pontífice fallecido.
Milei lamentó que “un sector de la prensa” buscara distorsionar su participación en los actos de despedida y sostuvo que esos ataques representan una falta de respeto no solo a su investidura, sino también al pueblo argentino y al legado de Francisco. Mientras tanto, en las últimas horas se confirmó que fue el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien logró dar el último adiós al Santo Padre antes del cierre del féretro.