El Puerto renace: de las lanchas amarillas al nuevo corazón moderno de Mar del Plata

La zona sur de Mar del Plata, histórica cuna de redes, astilleros y lanchas pesqueras, está dejando atrás su imagen tradicional para proyectarse como una de las áreas más ambiciosas y modernas del país. Con propuestas millonarias como Bendu, el nodo logístico Punto Cero, el Distrito de Arte y Diseño (DAD), un nuevo estadio para Aldosivi y una apuesta fuerte por la industria offshore, el Puerto está en plena metamorfosis. El plan: combinar turismo, cultura, vivienda de lujo y producción en un solo ecosistema urbano, sin perder del todo su esencia trabajadora.

Detrás de esta revolución urbanística hay una visión estratégica que busca posicionar a Mar del Plata como un nodo de referencia en el Atlántico Sur. Con inversiones privadas que superan los 100 millones de dólares, el nuevo perfil del Puerto incluye torres frente al mar, centros gastronómicos de vanguardia, coworkings, parques elevados, un estadio modular y un circuito logístico que promete destrabar cuellos de botella históricos de la pesca. Mientras tanto, se avanza en nuevas rutas navieras y se acondicionan espacios para la futura explotación energética en el mar.

Pero no todo es brillo y promesas. Los vecinos de siempre, esos que crecieron entre galpones, fábricas de conservas y aroma a mar, exigen que el progreso no los pase por arriba. Calles rotas, zonas oscuras y falta de infraestructura siguen siendo parte del presente. La gran pregunta es si este nuevo Puerto, que sueña con parecerse a Hamburgo o Barcelona, también será un lugar mejor para quienes lo habitan desde siempre. El futuro se juega ahí: entre el mármol de los nuevos emprendimientos y el asfalto que aún espera reparación.