El cierre de mayo dejó una marca histórica para Puerto Quequén: nueve movimientos de buques en un solo día, un ritmo pocas veces visto en los puertos argentinos. En una coreografía cronometrada al milímetro, cinco buques zarparon y cuatro ingresaron en cuestión de horas, consolidando a esta terminal del sudeste bonaerense como la más ágil del país. La presidenta del Consorcio de Gestión, Jimena López, no dudó en destacar la “eficiencia quirúrgica” del operativo que involucró toneladas de soja, cebada, fertilizantes y aceite de girasol.
El operativo comenzó temprano con cargamentos de soja rumbo a China, continuó con embarques de aceite hacia India, y alcanzó su punto cúlmine al recibir cuatro nuevos buques por la tarde. Entre los nombres que se movieron como piezas de ajedrez portuario estaban el Sakizaya Ace, el Ermis, el Fortune Island y el Ionian Spirit, todos coordinados entre múltiples terminales locales que mantuvieron un flujo constante sin margen de error.
Más allá del récord puntual, los números del semestre hablan por sí solos: más de 3,1 millones de toneladas movilizadas en los primeros cinco meses del año. Pero lo que realmente sorprende es el tiempo promedio de maniobra: apenas 30 a 40 minutos por buque. En un país donde los procesos logísticos suelen ser una pesadilla burocrática, Quequén se planta como un faro de eficacia en el Atlántico argentino.