La Municipalidad de Necochea volvió a tirar de la misma cuerda: prorrogó hasta el 31 de julio el Régimen de Recuperación de Deudas, una moratoria que ya parece formar parte del calendario habitual. Bajo el argumento de “acompañar a los contribuyentes”, el Ejecutivo intenta maquillar lo que en realidad es un síntoma de una gestión tributaria ineficiente y una economía local ahogada.
Mientras se anuncian quitas de hasta el 80% en intereses y recargos para quienes arrastran deudas hasta diciembre de 2024, la medida parece premiar a los que no pagan y castigar a los que sí lo hacen en tiempo y forma. A falta de políticas económicas de fondo, el Municipio sigue apostando a moratorias y amenazas de intimación como único mecanismo para intentar recaudar lo que no logra con una estructura fiscal sólida ni con servicios acordes a lo que se cobra.
En lugar de invertir en planificación o mejora en la prestación pública, la gestión opta una vez más por estrategias de corto plazo. Los vecinos pueden acercarse a las oficinas de la Agencia de Recaudación Municipal de lunes a viernes, pero lo que muchos se preguntan es si con este tipo de medidas se está gestionando con criterio o simplemente pateando la pelota para adelante, mientras el deterioro de las finanzas locales se hace cada vez más evidente.