En plena cuenta regresiva hacia los comicios legislativos del 7 de septiembre, Axel Kicillof vuelve a pisar suelo marplatense. Aunque la excusa es participar del Congreso Nacional del Agua (CONAGUA), nadie duda de que su presencia este viernes en el Gran Hotel Provincial marcará el arranque simbólico de su campaña electoral. Un escenario de especialistas, pero con claro sabor a política.
Lo acompañarán otros nombres del gabinete provincial, como el ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis, en un evento que promete hablar de cambio climático, cuencas hídricas y acceso al agua. Sin embargo, la estrategia es transparente: mostrar gestión en tiempos de campaña. La participación de figuras como la meteoróloga Celeste Saulo aporta peso académico al encuentro, pero en el fondo, el mensaje es otro: Kicillof sigue en carrera y no se baja del escenario.
Mientras el congreso se presenta como el mayor evento técnico-científico sobre agua del país, lo cierto es que la política corre subterránea como un río subterráneo. Las elecciones se acercan, y cada aparición pública se convierte en territorio de disputa. La ciencia pone la mesa, pero el plato fuerte es el voto.