Con cánticos de “Rogelio Intendente” y en un clima de euforia, Rogelio Iparraguirre celebró los resultados de las elecciones en Tandil. Definió la noche como “gloriosa” y aseguró que lo conseguido es apenas un paso en un camino más ambicioso: llegar a la intendencia en dos años.
En su discurso, agradeció a los militantes y vecinos por el apoyo, pero también lanzó fuertes críticas al gobierno nacional, al que acusó de aplicar “crueldad” que golpea a jubilados, trabajadores, la industria y hasta la universidad local. Aun así, destacó que la elección se desarrolló con convivencia democrática y valoró que, pese a la baja participación, la asistencia superó lo esperado.
Iparraguirre subrayó que el ciclo de Miguel Lunghi, tras más de dos décadas en el poder, está llegando a su fin y que comienza una nueva etapa para la ciudad. “Este triunfo es solo un mojón”, dijo, convocando a la unidad peronista para trabajar con más seriedad y construir el camino hacia 2027, con la promesa de transformar Tandil en “la mejor ciudad intermedia del país”.