El sábado 14 de diciembre, un violento episodio conmocionó a un barrio céntrico cuando un delincuente irrumpió en un edificio, dejando un rastro de destrozos y miedo. Carlos Emanuel “Momo” Bartone, de 27 años, ingresó primero al local de estética “Coco Manos”, donde causó daños considerables, dejó pintadas ofensivas y firmó una de ellas con un nombre similar al suyo. Luego, accedió al departamento de una menor de 14 años, a quien maniató tras amenazarla, y se llevó pertenencias de valor. Pese a abandonar su DNI en el lugar, lo que permitió su identificación, el sospechoso aún no ha sido capturado por las autoridades.
Natalia, dueña del local afectado, expresó su frustración ante la magnitud de los daños sufridos, que describió como “maldad pura”. En su relato a la prensa, detalló cómo el delincuente destrozó herramientas de trabajo, esparció basura, arruinó cortinas y paredes, y dejó un panorama desolador. Además, compartió cómo descubrió el nombre del responsable al identificarlo en redes sociales, un dato que fue entregado a la policía. A pesar del apoyo recibido por parte de clientas y seguidores, la comerciante lamenta que el sospechoso continúe prófugo, mientras las víctimas esperan justicia.
El historial de Bartone no es menor. Con múltiples antecedentes penales y condenas previas, su prontuario lo posiciona como un individuo peligroso y reincidente. Según las autoridades, la investigación está en curso, y se realizaron allanamientos en su domicilio sin éxito. Este caso ha generado indignación no solo por los daños materiales, sino también por el impacto emocional que dejó en las víctimas, especialmente en la adolescente afectada, quien sigue recuperándose del traumático episodio.