La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) inició el 5 de febrero como la fecha límite para realizar la recategorización semestral del Monotributo. Este trámite es obligatorio únicamente cuando el contribuyente debe cambiar de categoría, ya sea por un aumento o disminución en los ingresos, alquileres devengados o cambios en la superficie afectada. Según explican especialistas tributarios, si no existen modificaciones en estos parámetros, no es necesario realizar ninguna gestión. Sin embargo, omitir el trámite cuando corresponda puede derivar en sanciones y recategorizaciones automáticas por parte de la AFIP.
El organismo recaudador tiene acceso directo a los ingresos de los contribuyentes gracias a las facturas electrónicas, por lo que puede realizar recategorizaciones de oficio si detecta ingresos superiores a los permitidos en la categoría actual. En estos casos, el contribuyente podría enfrentar sanciones equivalentes al 50% del impuesto dejado de pagar y la obligación de abonar intereses sobre el monto adeudado, que actualmente ascienden al 7,47% mensual. Por otro lado, si un monotributista no reduce su categoría cuando le corresponde, seguirá pagando de más, y para corregir esta situación deberá gestionar una solicitud retroactiva ante la AFIP.
La recategorización semestral fue introducida como parte de los cambios en el régimen simplificado para pequeños contribuyentes y busca ajustar las categorías de manera más ágil. Los parámetros e importaciones a considerar se actualizan de acuerdo con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y otros indicadores económicos. En caso de dudas, los contribuyentes pueden consultar el portal oficial de la AFIP para verificar su situación y acceder a los medios electrónicos habilitados para el pago de las cuotas, cuyo vencimiento mensual está previsto para el día 20 de cada mes.