Una tormenta feroz azota el corazón de la provincia de Buenos Aires y ya dejó más de 1.000 evacuados, rutas intransitables y diez municipios en alerta roja, según confirmó anoche el gobierno bonaerense. Las localidades más golpeadas son Zárate, Salto y Moreno, donde la caída de más de 300 mm de agua desbordó todo tipo de infraestructura. El panorama es dramático: cortes totales en las rutas 8 y 9, accesos colapsados y Defensa Civil rogando que la gente no salga de sus casas.
En medio de la emergencia, un micro con 44 pasajeros, incluyendo un bebé, quedó varado en la Ruta 9, a la altura del km 116. El agua llegó a ingresar al vehículo y los pasajeros pasaron la noche atrapados sin asistencia. “Esto es un mar con todos arriba”, dijo el chofer, visiblemente desesperado. A su vez, el director de Defensa Civil, Fabián García, confirmó que efectivos policiales y familias enteras debieron ser rescatadas en rutas anegadas, mientras se multiplicaban los pedidos de auxilio en Baradero, Exaltación de la Cruz y Campana.
El Servicio Meteorológico Nacional mantiene vigente la alerta roja para el norte y oeste bonaerense, mientras que la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano siguen bajo advertencia naranja. La orden es clara: “no circular”, suspender toda actividad y esperar. Con cientos de familias afectadas, pérdidas materiales incalculables y pronósticos que no mejoran, el temporal ya se ubica como uno de los más violentos de los últimos años.