Javier Milei rompió el silencio y salió con los tapones de punta a defenderse por el escándalo de las valijas sin control que llegaron a Aeroparque en febrero a bordo de un jet privado. Según el Presidente, todo se trata de “una pelotudez del tamaño de una casa”, armada por fiscales que –según él– están dolidos por las reformas que viene impulsando su gobierno. “No hay ninguna irregularidad, esto es un disparate total”, sentenció en una entrevista con Luis Majul.
La Justicia investiga si se violaron los controles de Aduana en un vuelo que aterrizó desde Florida con una única pasajera y un llamativo equipaje. Pero para Milei, todo huele a vendetta política: mostró su enojo por el uso de una foto grupal donde aparece con la mujer en cuestión, negó conocer al dueño del avión y relativizó la cantidad de valijas: “No eran diez valijas, eran diez bultos, y algunos eran bolsas de compras”. También recordó que la Aduana ya abrió una investigación interna “como corresponde”.
El mandatario defendió la discrecionalidad de los controles aduaneros y hasta metió a Estados Unidos en la coartada: “Ese equipaje ya venía con un control serio de allá”. El caso, que combina jets privados, nombres polémicos y acusaciones cruzadas, sacó a relucir la irritación del Presidente con lo que considera un show mediático. Y si hay algo que Milei no tolera, es que le armen una novela donde él no es el guionista.