El famoso aguinaldo —esa bocanada de aire que cada fin de año llega como un salvavidas financiero— ya tiene fecha. La segunda cuota del Sueldo Anual Complementario deberá pagarse antes del 18 de diciembre de 2025, con un margen que estira el límite hasta el 24 para quienes reciben la acreditación por banco. Así lo establece la Ley de Contrato de Trabajo, que fija este ingreso adicional para empleados formales, jubilados y pensionados de todo el país, con el objetivo de que puedan enfrentar los gastos explosivos de fin de año sin caer en crisis respiratoria económica.
Este pago extra equivale al 50% del salario mensual más alto del semestre, una especie de “bonus navideño legal” que no depende del humor del empleador ni de la buena suerte. Se incluyen trabajadores públicos, privados, agrarios, de casas particulares y cualquier modalidad contractual, desde jornada completa hasta media jornada. Incluso quienes trabajaron menos de seis meses en el semestre lo cobran en forma proporcional, usando una fórmula que más de un argentino ya aprendió de memoria: mejor salario dividido por dos, multiplicado por meses trabajados y dividido por seis.
Jubilados y pensionados también ingresan en el esquema a través de la Prestación Anual Complementaria, cobrándola junto con su haber mensual según el cronograma de ANSES. Como siempre, quedan afuera los perceptores de planes sociales, ya que el aguinaldo está reservado para quienes están registrados en el sistema laboral o previsional. En resumen: diciembre llega con gastos, caos y calor… pero también con ese medio sueldo que, aunque se esfuma rápido, al menos permite encarar las fiestas sin sudar frío desde el bolsillo.