Un operativo relámpago sacudió la madrugada del sábado en Necochea y Quequén: la Policía, el COM y Tránsito municipal ejecutaron 15 allanamientos simultáneos y desmantelaron una red de motociclistas ilegales que sembraban el caos en distintos barrios. Los acusados realizaban maniobras peligrosas, bloqueaban calles y eran denunciados por amenazas. La causa fue impulsada por el fiscal Carlos Larrarte, quien encabezó la investigación iniciada hace un mes.
El despliegue dejó como saldo seis personas detenidas, el secuestro de armas de fuego, drogas, municiones y casi una docena de motos que no cumplían con ninguna norma de circulación. También se incautaron elementos clave para profundizar la causa judicial, que apunta a un entramado delictivo más amplio relacionado con el uso de motos para el narcomenudeo y actos de intimidación barrial.
Este golpe coordinado representa una señal de alerta, pero también de respuesta: mientras la inseguridad sigue preocupando a los vecinos, la acción articulada entre fuerzas policiales y municipales comienza a mostrar resultados concretos. La Justicia ahora tiene la palabra sobre el destino de los detenidos y el avance de una causa que promete más capítulos.