Mientras los marplatenses intentaban disfrutar el domingo, se encontraron con otra sorpresa en los surtidores: el precio de los combustibles volvió a subir. Esta vez, el incremento ronda el 1,2% y responde a la actualización de impuestos que decidió el Gobierno Nacional. Así, llenar el tanque en Mar del Plata cuesta cada vez más. La nafta súper ya se vende a $1.325, mientras que la Infinia trepó a $1.522.
Desde YPF explicaron que el ajuste se debe al traslado del impuesto al combustible líquido y al dióxido de carbono. En otras palabras, una decisión fiscal que se disfraza de actualización técnica pero que termina golpeando al consumidor. Como es costumbre, se espera que en los próximos días las demás petroleras imiten el movimiento y el impacto se vuelva generalizado.
Paradójicamente, hace solo semanas la misma petrolera estatal celebraba una baja del 4% gracias a la caída del precio internacional del crudo. Pero la alegría duró poco: en menos de un mes aplicaron una mini suba, y ahora otro retoque. Con cada ajuste “moderado”, el bolsillo se achica un poco más, mientras las promesas de alivio se evaporan como combustible al sol.