En una muestra más del caos administrativo que reina en el municipio, ahora se supo que el presupuesto anunciado para contratar la aseguradora de riesgos de trabajo (ART) fue groseramente inflado por “error”. La cifra original —2.325 millones de pesos— causó revuelo por su desproporción, pero todo se trató, según dicen, de una equivocación. La cifra real sería de apenas 468 millones. Un pequeño desliz de 1.857 millones de pesos, nada grave… ¿no?
El supuesto “error involuntario” fue comunicado mediante una escueta fe de erratas que pretende cerrar el asunto como si se tratara de una coma mal puesta. Pero el dato había sido oficializado en el Boletín Oficial, replicado por medios platenses y generó dudas razonables sobre cómo se gestiona el dinero público, en este caso destinado a asegurar a los 1.200 empleados del Sistema Integrado de Salud Pública.
El intendente y sus funcionarios siguen sin dar la cara ni ofrecer explicaciones claras. ¿Nadie revisa los números antes de firmar documentos millonarios? ¿Alguien va a asumir responsabilidades? O, como tantas otras veces, ¿todo quedará en un “ups”?