Pese a la resistencia del gremio y en medio de un fuerte cruce sindical-empresarial, el flamante buque “Marlene del Carmen” finalmente soltó amarras este lunes por la mañana desde el puerto de Mar del Plata. Lo hizo con ocho tripulantes y con una orden judicial bajo el brazo, lo que encendió aún más la mecha del conflicto con el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU).
Según trascendió, la empresa armadora llegó a un acuerdo directo con los marineros a bordo, esquivando el convenio colectivo que exige una dotación mínima de diez personas para operar embarcaciones de estas características. El gremio, que había impedido la salida del buque la semana pasada, ya denunció el caso ante el Ministerio de Trabajo, advirtiendo que se trata de “una peligrosa maniobra que podría sentar un precedente nefasto para todo el sector”.
Mientras las cámaras empresariales respaldan la decisión de zarpar y critican el “accionar intimidatorio” del sindicato, desde el SOMU insisten en que no se puede flexibilizar lo que está pactado por ley. “No se trata solo de puestos de trabajo: se trata de seguridad, de condiciones dignas y de respetar reglas que protegen a todos los tripulantes”, señaló Damián Basail, uno de los dirigentes gremiales que acompañó la denuncia. El buque, por lo pronto, ya navega en aguas bonaerenses rumbo a su primera faena.