Con pancartas, lágrimas y una indignación que no conoce límites, decenas de vecinos —muchos acompañados por sus mascotas— tomaron las calles de Necochea para alzar la voz contra el maltrato animal. La movilización explotó tras el hallazgo sin vida de Hércules, un perro que, según denunciaron, fue víctima de una cruel tortura. La marcha, cargada de bronca y dolor, arrancó en la esquina de 87 y 4 y desembocó frente a la Fiscalía, donde exigieron respuestas y justicia inmediata.
El grito de “¡Justicia por Hércules!” se mezcló con otros carteles desgarradores como “Los animales sienten” y “Ni uno más”. Entre los presentes había activistas, familias enteras, y sobre todo mujeres que no dudaron en señalar la falta de acción concreta de parte de las autoridades. La protesta también visibilizó otros casos de perros que aparecieron muertos en circunstancias parecidas, generando una fuerte alarma en la comunidad.
El centro del reclamo fue la aplicación real y sin vueltas de la llamada Ley Conan, que castiga con prisión los actos de crueldad animal. “Esto no puede quedar impune. Hoy fue Hércules, mañana puede ser cualquiera”, dijo una de las manifestantes con el corazón en la garganta. La ciudad pide a gritos que alguien se haga cargo, y que este crimen no quede enterrado junto a su víctima.