La decisión del gobierno nacional de recortar el Fondo de Integración Socio Urbana (FISU) comienza a sentirse con fuerza en los barrios populares de Necochea. Así lo revelaron autoridades municipales y concejales en una reunión del Honorable Concejo Deliberante, donde se advirtió que al menos mil familias ya fueron afectadas de forma directa por la paralización de obras fundamentales para el acceso a servicios básicos. El encuentro fue convocado por la Comisión de Hábitat y Vivienda y puso en números concretos el retroceso que significó la eliminación del FISU en los sectores más vulnerables de la ciudad.
Los trabajos interrumpidos abarcan redes de agua, cloacas, alumbrado y cordón cuneta, ejecutados en barrios como Los Álamos, Malvones y la zona de la Terminal, a través de un esquema de cooperación entre el municipio y cooperativas locales. Desde el área de Obras Públicas, explicaron que el impacto no solo se traduce en calles sin terminar o caños sin colocar, sino también en fuentes de empleo perdidas y en la postergación indefinida del derecho a la infraestructura básica en zonas ya históricamente olvidadas.
Concejales de Unión por la Patria impulsaron una resolución para repudiar el decreto presidencial que eliminó el fondo, denunciando que el ajuste se disfraza con acusaciones sin sustento contra referentes sociales, mientras se castiga a las comunidades más necesitadas. “Este recorte no es solo presupuestario, es un golpe directo al tejido social de los barrios populares”, resumieron. Mientras tanto, las obras quedan detenidas, los vecinos quedan a la espera y la desigualdad, una vez más, sigue avanzando.