Mientras las estafas virtuales se multiplican a un ritmo alarmante y las personas mayores caen como fichas de dominó, desde la OMIC de Necochea lanzaron una campaña de advertencia… con un comunicado. Sí, otra vez palabras contra delitos que exigen acción. Juan Manuel Laportilla, director del área, reconoció que los adultos mayores son el blanco preferido de los delincuentes digitales, pero no hubo ni una sola medida concreta del municipio para frenar esta ola.
Entre las advertencias más llamativas, Laportilla admitió que los estafadores ya no solo llaman o mandan correos truchos: ahora clonan voces, simulan videollamadas y hasta otorgan créditos millonarios con un simple clic. ¿Y las entidades bancarias? Bien, gracias. ¿Y la Municipalidad? En silencio, como si la ciberseguridad no fuera parte de su responsabilidad. Doble click a la inacción.
En lugar de una campaña real de prevención, talleres gratuitos, o sistemas de acompañamiento para nuestros abuelos, el gobierno de Arturo Rojas se limita a repetir lo obvio: “No den sus datos”. El problema no es la advertencia, sino que Necochea no está preparada para proteger a los más vulnerables. Y mientras tanto, los delincuentes digitales siguen operando tranquilos… con WiFi y sin freno.