El acto oficial por el Día de los Veteranos y Caídos en Malvinas, celebrado en Quequén, se transformó en una ceremonia cargada de emoción… y de reproches. En un discurso encendido, el intendente Arturo Rojas sacudió el aire solemne del evento al pedir disculpas públicas a los excombatientes por la indiferencia con la que fueron recibidos tras la guerra. “No tuvieron el recibimiento que se merecían”, lanzó ante los presentes, entre los que se encontraban veteranos, enfermeras que estuvieron en el frente, y tripulantes del ARA “Almirante Brown”.
El jefe comunal no se guardó nada. Apuntó directamente contra lo que calificó como “un proceso de desmalvinización” impulsado por la política y parte de la sociedad, que prefirió el silencio antes que el reconocimiento. “Se creyó que hablar de Malvinas era hablar de la Dictadura, y nada más lejos de eso que el coraje de estos hombres”, remató, dejando flotando una fuerte crítica a la falta de apoyo del Estado tras el conflicto.
El evento, que arrancó con ofrendas florales y terminó con aplausos y lágrimas, sirvió no solo para rendir homenaje, sino también para ajustar cuentas con el pasado. Rojas cerró con una frase que arrancó aplausos: “Las Malvinas son argentinas, pero la deuda con nuestros héroes también lo es. Y no se salda con palabras, sino con memoria, respeto y justicia”.