Después de años de caminar despachos y pasillos oficiales, el Frente Renovador decidió volver a pisar los barrios, esta vez con una estrategia novedosa: preguntar qué le pasa a la gente. Armados con planillas y buenas intenciones, el equipo massista de Necochea se reunió en su local de calle 60 para poner en marcha lo que bautizaron como “relevamiento de necesidades básicas”. Traducido: salir a enterarse, tarde pero seguro, de lo que sucede en la calle.
Cada militante se llevó bajo el brazo un cuestionario, como si las carencias del vecino pudieran ordenarse en casilleros. La consigna es clara: escuchar primero, solucionar después. Aunque la historia reciente demuestra que muchas veces se quedan en el paso uno. Eso sí, prometen respuestas “reales”, porque al parecer antes estaban ensayando con soluciones ficticias. La campaña suena más a examen de conciencia que a plan de gobierno.
Desde el espacio repiten que la misión responde a una directiva directa de Sergio Massa, quien —dicen— quiere recuperar la confianza de la gente. Claro que eso no se logra con encuestas, sino con hechos. Mientras tanto, los vecinos observan cómo los mismos que se alejaron durante años ahora vuelven con formularios en mano y sonrisas listas para la selfie de campaña. Porque cuando hay elecciones cerca, hasta el silencio de los barrios empieza a sonar interesante.