El gobernador Axel Kicillof terminó con los rumores y dio el golpe sobre la mesa: las elecciones legislativas bonaerenses se harán el 7 de septiembre, desdobladas del calendario nacional. El anuncio quedó oficializado este martes en el Boletín Oficial con la publicación del Decreto 1338/25, donde se aprueba un convenio clave entre la Junta Electoral, el Juzgado Federal con competencia electoral y el Ministerio de Gobierno de la Provincia.
El acuerdo, extenso y técnico, define cómo se organizará el proceso electoral, desde la logística hasta la fiscalización. Además, se especifica que el Correo Argentino será el encargado del traslado y la transmisión de resultados, mientras que el Gobierno Nacional se comprometió a enviar las fuerzas de seguridad necesarias. Así, la Provincia avanza con su propio juego político, en medio del impacto por la inhabilitación de Cristina Kirchner para competir.
Con esto, el cronograma ya no admite dudas: los frentes electorales tienen tiempo hasta el 9 de julio para oficializar sus alianzas y las listas de candidatos deberán estar listas antes del 19. Buenos Aires se prepara para unas elecciones históricas, despegadas del resto del país, en un contexto donde cada movimiento tiene más de cálculo que de convicción.