La jornada de paro impulsada por ATE y las dos CTA tuvo escasa repercusión entre los trabajadores municipales, con apenas un 15% de adhesión, según datos difundidos por el Ejecutivo local. En contraste, el impacto fue mucho más visible en las escuelas de gestión provincial, donde más del 60% del personal auxiliar decidió plegarse a la protesta. Como resultado, algunos establecimientos, como la Secundaria N°211 y la N°38, suspendieron las clases por falta de condiciones mínimas de limpieza.
Desde el gobierno que encabeza Guillermo Montenegro remarcaron que todos los servicios esenciales, como centros de salud y la mayoría de las escuelas, funcionaron con normalidad. Además, anticiparon que se les descontará el día a los empleados municipales que no se presentaron a trabajar, al considerar que la medida de fuerza no responde a reclamos laborales específicos, sino a consignas políticas ligadas a la defensa de Cristina Fernández de Kirchner.
En el ámbito provincial, la adhesión fue más notoria en oficinas públicas donde se desempeñan afiliados a ATE. La movilización fue convocada para repudiar la condena judicial a la exmandataria y, según explicó el dirigente Ezequiel Navarro, muchos trabajadores se abstuvieron de participar por temor a represalias o despidos, especialmente en organismos de nivel nacional. Mientras tanto, el conflicto político vuelve a colarse en la rutina escolar y municipal, con consecuencias desiguales según el sector.