La Legislatura bonaerense se prepara para una sesión candente este jueves, donde podría definirse un giro histórico: la vuelta de la reelección indefinida. Hasta ahora, el proyecto que se iba a debatir solo incluía a legisladores y concejales, pero Axel Kicillof decidió meter una cuña explosiva: quiere que los intendentes también tengan pase libre para quedarse en el cargo todo el tiempo que quieran. La jugada desató un temblor interno en Unión por la Patria y enfrentó de lleno al gobernador con el kirchnerismo duro.
Mientras el Senado se alistaba para votar el proyecto del peronista Luis Vivona, avalado por el cristinismo, la senadora kicillofista Ayelén Durán presentó a último momento una iniciativa paralela que agrega a los intendentes al combo de reelecciones ilimitadas. La movida alteró el tablero: ya no está claro si se sesionará, si se suspenderá todo o si alguien logrará colar su texto en medio de la rosca. En voz baja, algunos legisladores admiten que el nuevo plan busca blindar a los barones del conurbano que responden a Kicillof y quieren seguir reinando.
El trasfondo incluye algo más que mandatos eternos. Mientras el oficialismo discute quién sigue y quién se baja, también empuja reformas más sutiles pero igual de estratégicas: volver a las boletas sin foto, habilitar listas colectoras para concejales y reconfigurar las reglas del juego electoral. En este clima tenso y con la interna al rojo vivo, el futuro político de la provincia se define a pura maniobra parlamentaria. La gran incógnita es quién terminará saliendo con la suya… y quién se queda afuera del club de los eternos.