La reciente conformación del bloque Avanza Necochea por parte de los concejales Guillermo Sánchez, Bartolomé Zubillaga y Bernardo Amílcar ha sacudido el escenario político local. La decisión de separarse de Nueva Necochea ha sido vista por algunos sectores como un movimiento estratégico, mientras que otros la interpretan como una traición al espacio que los llevó a ocupar sus bancas en el Concejo Deliberante. Más allá de los discursos oficiales, la ruptura deja interrogantes sobre las verdaderas motivaciones de los ediles y su futuro dentro de la política municipal.
Uno de los principales puntos de discordia ha sido el rechazo de Zubillaga a la tasa portuaria, una medida impulsada desde la gestión local y que afecta a distintos sectores vinculados a la agroexportación. Este desacuerdo, sumado a la percepción de un acercamiento de Nueva Necochea al gobierno provincial, habría sido un factor determinante en la fractura del bloque. Por su parte, Sánchez, cuestionado por su gestión en el club Villa Díaz Vélez y su estilo confrontativo, ha insistido en que la separación se debe a diferencias ideológicas y al deseo de mantener la independencia del nuevo espacio político.
En medio de la controversia, Amílcar ha mantenido un perfil más bajo, sin brindar declaraciones contundentes sobre los motivos de su alejamiento. Su salida, aunque menos mediática, genera especulaciones sobre su rol en el nuevo bloque y los objetivos políticos que podría perseguir. Mientras tanto, la fractura dentro de Nueva Necochea deja en evidencia las tensiones internas y el reacomodamiento de fuerzas de cara al futuro del Concejo Deliberante.