Milei encara la cumbre del Mercosur con una estrategia de equilibrio y libre comercio

Con la ciudad de Buenos Aires como sede y el foco puesto en dos acuerdos clave —uno con la Unión Europea y otro con el bloque EFTA—, el presidente Javier Milei lidera su primera cumbre del Mercosur como anfitrión, antes de entregar la presidencia pro tempore a su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. En un clima marcado por tensiones ideológicas, el gobierno argentino buscará dejar su impronta en el texto final, promoviendo mayor flexibilidad y autonomía comercial dentro del bloque.

Durante las dos jornadas del encuentro, ministros de Economía, cancilleres y presidentes de los países miembros e invitados trabajarán sobre una agenda que incluye la consolidación de vínculos estratégicos y el impulso a tratados de libre comercio. El canciller Gerardo Werthein tendrá la compleja tarea de articular las diferencias internas entre los países del Mercosur y alinear posiciones frente a los desafíos externos. La cumbre también servirá de escenario para avanzar en las tratativas con el EFTA, bloque conformado por Islandia, Suiza, Noruega y Liechtenstein, con quienes las conversaciones están en una etapa avanzada.

El plato fuerte será el jueves, cuando los jefes de Estado se reúnan en el Palacio San Martín para la firma de la declaración conjunta. Allí se espera una postal diplomática entre Milei y Lula, dos líderes que han evitado el contacto directo pero que comparten el interés por cerrar acuerdos internacionales. Con la mirada puesta en el futuro del bloque, el acto de traspaso de la presidencia simbolizará un nuevo ciclo en el Mercosur, donde los consensos seguirán siendo tan desafiantes como necesarios.