Alerta por Triquinosis: lo que no te cuentan sobre las faenas caseras y cómo prevenir un mal mayor

Con la llegada de los fríos y el auge de las tradicionales carneadas, resurgen también los viejos fantasmas de enfermedades que parecían controladas pero que siguen al acecho. Una de ellas es la triquinosis, un mal silencioso que se transmite al consumir carne contaminada —especialmente de cerdo o jabalí— sin el análisis correspondiente. A pesar de las campañas, aún hay quienes ignoran los riesgos de faenar en casa sin los cuidados necesarios, confiando ciegamente en la apariencia del producto final.

Desde la Dirección de Bromatología local insisten en que el único modo confiable de descartar la presencia del parásito es mediante el análisis de laboratorio. Allí, un equipo técnico realiza estudios sobre muestras crudas (preferentemente entraña o diafragma) usando digestión enzimática, un método que permite detectar la presencia de larvas con alta precisión. Aun así, advierten que la prevención no termina en el laboratorio: consumir productos rotulados y de locales habilitados sigue siendo la forma más segura de cuidar la salud.

Mientras muchos siguen creyendo que basta con “cocinar bien” para evitar el contagio, los especialistas reiteran: sin análisis, no hay garantías. Las muestras pueden llevarse de lunes a viernes, de 7 a 13, a la sede de Av. Colón 1112. El mensaje es claro: si vas a producir o consumir carne de cerdo en casa, no juegues con la salud. Una prueba a tiempo puede evitar consecuencias graves e irreversibles.