En un plenario que combinó mística militante y estrategia electoral, La Cámpora desembarcó este fin de semana en Tandil con más de 280 referentes del interior bonaerense. El diputado nacional Máximo Kirchner fue la figura central del encuentro, acompañado por Facundo Tignanelli y el anfitrión local, Rogelio Iparraguirre. La consigna fue clara: apuntalar la figura de Cristina Fernández y reforzar la presencia territorial del kirchnerismo más puro.
La jornada estuvo organizada en comisiones donde se discutió cómo articular la fuerza de la agrupación fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires. Desde Saladillo hasta Azul, pasando por Roque Pérez y Olavarría, los representantes se comprometieron a “organizarse frente a la política del odio”, en lo que pareció un mensaje directo al gobierno nacional.
El cierre dejó una postal típica del cristinismo duro: aplausos, discursos encendidos y un mensaje sin medias tintas. “La respuesta es más compromiso y organización”, aseguraron desde la cúpula camporista, que vuelve a mostrarse alineada detrás de CFK, pese a las turbulencias internas del peronismo. ¿Reorganización o resistencia? La Cámpora eligió Tandil para dar su señal.